En tu visita a los Museos Vaticanos no debes cometer el error de centrarte solo en la Capilla Sixtina y olvidarte de todo lo demás, porque puedes encontrar maravillas como la Galería de los Mapas que el Papa Gregorio XIII encargó a su cosmógrafo, el sacerdote italiano polifacético Ignazio Danti.
Danti recibió el encargo de rebote, en realidad él había venido a Roma dejando su puesto como profesor de matemáticas en Bolonia para ayudar al Papa en su tarea de corregir el inexacto calendario juliano, utilizando las matemáticas y la astronomía moderna del Renacimiento.
En ese momento, la cartografía estaba experimentando también su propio renacimiento. La era de las exploraciones había traído nuevos conocimientos acerca de tierras lejanas, así como innovaciones técnicas como la brújula, sextante y el telescopio de mayor precisión.
Danti aprovechó todo esto para crear la magnífica sala de los mapas, los cuales por cierto no eran nuevos en el Vaticano. Enormes mapas del mundo conocido coronados por un techo de estrellas habían sido pintados por mandato del Papa Julio II, el mismo que encargo a Miguel Ángel pintar la famosa Capilla Sixtina.
Su sucesor Gregorio XIII puso su mirada en cambio en el largo corredor de 120 metros del tercer piso del patio del Belvedere. El ambicioso proyecto de instalación de 40 mapas enormes estuvo listo en solo un año y medio. Los detalles de los grandes frescos muestran el asedio de Malta y la batalla de Lepanto así como mapas a gran escala de las repúblicas marítimas de Venecia y Génova. Otro mapa muestra la Batalla de Fornovo, la primera batalla de las Guerras de los estados italianos contra Francia.
La galería fue restaurada y ampliada bajo el pontificado de Urbano VIII, un siglo después de su creación. La mayoría de los visitantes de hoy pasan a través de la galería en su camino a la Capilla Sixtina sin detenerse a observar esta joya. Un error que no deberíamos cometer en nuestra visita a la Ciudad Eterna.