Un paseo por la colina del Aventino, dentro del rione romano de Ripa, nos ofrece una visión dual de la capital italiana llena de encanto: por una parte, la de sus lujosas residencias y villas y por otra la de numerosos vestigios arquitectónicos y arqueológicos de la gloria del Imperio Romano.
El Aventino se ubica en el área comprendida entre el Tíber y el grupo de colinas más cercanas al río (Capitolino, Palatino y naturalmente Aventino). Fue ocupada en la antigüedad por el Foro Boario (el foro de los bueyes) donde en aquellos tiempos tenía lugar la feria de ganado. Esta llanura era de importancia fundamental desde los primeros tiempos de Roma, sobre todo por su emplazamiento estratégico, el punto de encuentro entre el Tíber y la carretera que va de norte a sur para conectar Etruria con Campania.
Las leyendas sobre el Foro Boario indican el mercado precisamente en este punto, en la orilla del río, como el primer núcleo a partir del cual se desarrolló de la ciudad.Allí pueden observarse todavía dos hermosos templos de estilo helenístico de la época republicana: el templo de Portunus, llamado Templo de la Fortuna Viril, y el Templo de Hércules Victor también conocido como templo de Vesta.
Los habitantes de esta parte de la ciudad pasan por tener un carácter diferente al del resto de los romanos. Tal vez porque se sienten herederos de los plebeyos del siglo V a.C. que, durante su enfrentamiento con las familias patricias, se retiraron al Aventino y amenazaron con fundar una nueva ciudad.
Lo cierto es que si te gusta la historia antigua, el Aventino es un lugar ideal para un paseo en tu viaje a Roma. Aquí se conservan muchos restos de la Roma Antigua como el Circo Máximo, las Termas de Caracalla o las Catacumbas de la Via Appia.