Una gran idea de viaje: Navidad en Roma. Como el resto de grandes ciudades europeas, este mes de diciembre la capital italiana se llena de luces y adornos, mercadillos y fiestas callejeras. El espíritu de la época más mágica del año invade las calles romanas y ofrece una visión distinta de la ciudad a los turistas.
Si hubiera que designar algún punto como el epicentro de la Navidad en Roma este podría ser perfectamente el gran árbol que se levanta cada año junto al Coliseo. Se trata de un abeto de 30 metros de alto profusamente decorado con guirnaldas y lucecitas que, cuando cae la noche, destaca todavía más la belleza y majestuosidad del Anfiteatro Flavio.
El abeto proviene de la localidad de Molise: un pequeño regalo de este pueblo localizado unos 200 km al sur de Roma. Todo un orgullo para sus habitantes.
Otro abeto destacado es el que se erige en la Plaza de San Pedro. El árbol es transportado y escoltado con honores de jefe de estado por los guardias del Vaticano y la policía de Fiano Romano, localidad de donde procede. Una vez decorado el abeto es encendido por el Papa Benedicto XVI en la tarde del 14 de diciembre, lo que se toma como el inicio oficial de la temporada navideña.
Y para disfrutar de las clásicas compras de esta época del año, nada mejor que visitar el gran mercadillo de Adviento que se instala en la Plaza Navona. Allí, además de adornos para el árbol y figuritas para el belén, se puede comprar cualquier cosa y saborear alguno de los dulces típicos de esta época de laño. Una visita imprescindible en tu viaje a Roma en diciembre.